Unidad de Desarrollo
de la Empresarialidad -UDE-
INTELIGENCIA
EMPRESARIAL
Asignatura: espíritu emprendedor y Proyecto de vida.
Por: Amelia Sáenz G.
ANTECEDENTES DE LA INTELIGENCIA EMPRESARIAL
HIPÓTESIS PRINCIPALES
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HIPÓTESIS DERIVADAS O
AUXILIARES
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CONCEPTOS
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Quienes
tienen inteligencia y éxito empresarial desarrollan unas maneras de intuir,
de percibir, de sentir, de pensar, de actuar y de hacer, muy diferentes a las
demás personas
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La
mayoría de los grandes empresarios millonarios (que no heredaron sus
fortunas) partieron de cero ingresos y de la nada, no contaron más que con su
propia inteligencia empresarial para triunfar en la vida.
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Ø Inteligencia
Ø Inteligencia
Empresarial
Ø Éxito
Empresarial
Ø Intuición
Ø Percepción
Ø Sentir
Ø Pensar
Ø Actuar
Ø Hacer
Ø Triunfar
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Todo
gran proyecto humano es una empresa. En consecuencia necesita del concurso
analítico, creativo y práctico de la inteligencia empresarial.
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Si
observamos detenidamente la historia evolutiva de la humanidad comprobamos
que la inteligencia empresarial ha creado y fundado: religiones, ciudades,
imperios, naciones, civilizaciones, etc.
Obtenido
el objetivo empresarial propuesto, debemos establecer inmediatamente un
objetivo mayor, con el fin de no conformarnos o decaer y tener mayor
grandeza. Cuando asumimos nuevos retos y objetivos entramos en la espiral del
crecimiento.
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Ø Empresa
Ø Analítico
Ø Creativo
Ø Práctico
Ø Proyecto
Ø Historia
Ø Evolución
Ø Fundar
Ø Impulso
civilizatorio
Ø Objetivo
mayor
Ø Conformismo
y decadencia
Ø Grandeza
Ø Retos,
espiral del crecimiento
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Los
conocimientos económicos, administrativos, contables y jurídicos no son
suficientes para crear empresa, incluso pueden ser antitéticos.
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Los
conocimientos anteriores sólo vienen a ser importantes una vez que se ha
creado, estabilizado, consolidado y desarrollado la empresa
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Conocimientos:
Ø Económicos
Ø Administrativos
Ø Contables
Ø Jurídicos
Ø Condición
de insuficiencia
Ø Antitéticos
Ø Creado,
consolidado, desarrollado
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La
cultura puede inhibir (bloquear) o estimular (facilitar) la inteligencia
empresarial.
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La
inteligencia empresarial como todas las inteligencias se encuentran en menor
o mayor grado en todos los seres humanos, el problema es que la inhiben y no
la desarrollan.
Nuestra
cultura hispánico-feudal ha sido inhibidora del desarrollo empresarial en
Latinoamérica y particularmente en Colombia.
La
inteligencia empresarial se puede educar, se puede enseñar, se puede
aprehender, se puede formar y se puede incluir en un proyecto de vida.
Tenemos
un valor de nosotros mismos. Nos valoramos de acuerdo con el medio social,
cultural, económico y familiar en el que se nace o se vive
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Ø Cultura
Ø Inhibición
Ø Bloquear,
paralizar.
Ø Estimular,
facilitar, promover.
Ø Desarrollo
empresarial
Ø Hispánico-
feudal
Ø Latinoamérica,
América Latina
Ø Educar,
enseñar
Ø Aprehender,
formar
Ø Proyecto de
vida
Ø Valor,
valorar.
Ø Medio
social, cultural, económico y familiar.
Ø Vocación de
emprendimiento para ser empresario y hacer empresa.
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La
Gerencia no es sólo cuestión de conocimiento administrativo y financiero,
sino es fundamentalmente cuestión de personalidad y liderazgo.
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La
inteligencia empresarial siempre ha gerenciado la información y el
conocimiento de su época, más aún, gerencia el conocimiento del cambio de
épocas.
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Ø Gerencia
Ø Conocimiento
administrativo y financiero
Ø Personalidad
Ø Liderazgo
Ø Gerenciar
información
Ø Gerenciar
el conocimiento
Ø Época y
cambio de época.
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El
empresario es el factor más importante en la economía de un país. Los otros
factores de la producción son inertes, la materia prima, la maquinaria, la
fuerza humana de trabajo, el mismo capital: todos ellos cobran vida, sentido
y significado con la acción estratégica y protagónica del empresario
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Ø Empresario.
Ø Factor de
la producción.
Ø Capital.
Ø Acción
estratégica.
Ø Protagonismo.
Ø Vida,
sentido y significado.
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El
emprendimiento del ser humano no es por lo que sabe, sino por lo que hace con
lo que sabe. La inteligencia empresarial obra epistemotécnicamente creando
nuevas cosas que antes no existían, pasando del mentefacto al tecnofato, del
arte al artefacto, de la ciencia a la técnica y a la tecnología.
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Todo
empresario crea, descubre, inventa, innova, revoluciona; pero no todo
creador, inventor, descubridor, innovador o revolucionario es empresario o
generador de empresa.
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Ø Emprendimiento.
Ø Saber y
saber hacer.
Ø Epistemotécnicamente.
Ø Cosas,
factos.
Ø Mentefacto.
Ø Tecnofacto.
Ø Arte y
artefacto.
Ø Ciencia,
técnica y tecnología.
Ø Creatividad.
Ø Descubrimiento.
Ø Invento.
Ø Innovación.
Ø Revolucionar,
generar.
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El
espíritu emprendedor del empresario es simultáneamente:
Ø Visionario
e imaginativo.
Ø Apasionado
con el deseo y determinante con su objetivo de logro.
Ø Intuidor de
oportunidades y hacedor oportuno.
Ø Creador y
diseñador de futuros.
Ø Inventor e
innovador de paradigmas, mentefactos, tecnofactos y artefactos.
Ø Difiere la
satisfacción inmediata en el presente a cambio de una sostenibilidad y mejor
gratificación en el futuro.
Ø Es
desafiante, perseverante y arriesgado ante los obstáculos y las dificultades
de la vida.
Ø Descubridor
y hacedor incansable de circunstancias y hechos fácticos posibles e
imposibles.
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El
hombre es del tamaño de sus deseos y objetivos.
Nuestros
logros en ingresos y riqueza dependen de nuestro nivel de conciencia de
ingresos y de riquezas.
Con
el deseo "YO-TODO-LO-QUIERO", con
la ambición y la conciencia paso al: "YO-TODO-LO-PUEDO".
Todo
empresario desafía y persevera ante los problemas, los obstáculos y las
dificultades.
El
empresario convierte las adversidades, los problemas y las amenazas en retos
y oportunidades.
A
mayor confianza y seguridad en sí mismo, mayor determinación, riesgo y
compromiso.
La
motivación hacia el logro, la férrea voluntad y la fe pragmática permiten
trascender y encontrar caminos de realización.
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Ø Espíritu
emprendedor.
Ø Visionario.
Ø Imaginación.
Ø Deseo,
objetivo y logro.
Ø Intuición.
Ø Oportunidad.
Ø Hacedor.
Ø Diseñador
de futuro.
Ø Inventor.
Ø Innovador.
Ø Paradigma
(tico), rompe paradigma (tico).
Ø Diferir.
Ø Cambio.
Ø Sostenibilidad,
Ø Gratificación
futura.
Ø Desafiar.
Ø Perseverar.
Ø Riesgo.
Ø Hechos
fácticos.
Ø Estructura
de la (s) posibilidad (es)
Ø Hacer
imposibles.
Ø Voluntad,
trascender.
Ø Motivación.
Ø Fe
pragmática.
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3. TENER
OBJETIVOS:
El ser humano es fruto de sus sueños, de sus
esperanzas, de sus deseos, de sus ambiciones, del tamaño de sus objetivos. Si
son pequeños será pequeño, la única manera de ser grande es con objetivos
grandes. El inteligente empresarial que desea sin temor se fija metas colosales
que marcan el rumbo de su vida. Como sabe hacia dónde se dirige y qué busca en
la vida, precisa en objetivos sus deseos concretos y diseña un plan para
alcanzarlos, porque sabe, que cualquier meta es posible de lograr con objetivos
bien definidos y estructurados, que lo motiven y determinen en adelante la ruta
que han de tomar sus acciones.
4. DECISIÓN /
DETERMINACIÓN. Implica autonomía, libertad, capacidad de valerse por si
mismo para decidir. Conducirse con determinación significa comprometerse,
empeñase con entusiasmo en hacer algo, encadenarse, decidir en forma consciente
llevar a cabo la obra que se tiene en mente, contra viento y marea si es
necesario. Una decisión más firme que los hechos erradica el imposible. Es una
actitud intrépida y emprendedora que pone a funcionar para su servicio todos
los poderes, capacidades y habilidades latentes en el empresario, amén de que
lo orienta en sincronía con el mundo ya que, por donde transite va recolectando
informaciones que potencian sus recursos.
7. CREATIVIDAD. Es la capacidad para pensar y encontrar soluciones nuevas a los problemas. Abarca
mentalidad creadora, innovación, inventiva. Las grandes empresas surgen de una imaginación creadora. El ser humano
guarda gran cantidad de habilidades, cualidades y conocimientos que no explota,
que siempre usa de la manera convencional, en cambio el hombre con inteligencia
empresarial es capaz de transformar todo eso en cosas, empresas, una nueva
comunidad religiosa o partido político, etc. La creatividad es la capacidad de
producir cosas o contenidos novedosos y la destreza para solucionar problemas
en ambientes con recursos restringidos. El inteligente empresarial permite que
su imaginación vuele constructivamente, buscando una mejor manera de hacer las
cosas y utiliza su potencial mental para cimentar
circunstancias nuevas más adecuadas a sus necesidades.
8. ASUMIR RIESGOS. Es capaz de romper la inercia de lo seguro, salir de su zona de
seguridad donde se siente cómodo y desmembrar prototipos coercitivos para
enfrentarse a la incertidumbre y reducir riesgos. Como el inteligente empresarial
no teme a lo nuevo, es capaz de arriesgarse y vencer efectivamente las
contingencias de la vida. Para él no existe el imposible por eso convierte las
adversidades, los problemas y las amenazas en retos y oportunidades.
9. PERSEVERANCIA: Se traduce en el evento de no dejar a la deriva lo
que se ha comenzado y propender porque siempre exista concordancia entre lo que
se ha planeado y lo que realmente se hace. Implica permanecer firme y constante
en los propósitos y resoluciones tomados. Lo que se denomina fracaso no existe
para el empresario, todo revés es una enseñanza, un aprendizaje, una
experiencia que lo guía hacia el replanteamiento y mejoramiento de las cosas.
El verdadero empresario nunca se da por vencido, insiste y jamás abandona,
porque está convencido de que si no persevera, jamás va a saber que en sus
manos estaba el poder para cambiar y alcanzar sus grandes objetivos y el éxito
10. ESTANCAMIENTO. Cuando el inteligente empresarial logra los objetivos correspondientes
a su conciencia o nivel de ingresos tiende a estancarse, cae en un círculo
vicioso y repetitivo, forma nuevas zonas de seguridad o proteccionismo de las
que ya no quiere salir, se hipnotiza y conforma nuevamente a otro nivel, queda
en un autobloqueo y parálisis latente, por lo cual debe establecer nuevos retos
y desafíos, abrirse a nuevas posibilidades y empezar un nuevo ciclo. Así,
cuando asumimos nuevos retos y nuevos objetivos entramos en la espiral del
crecimiento.
La Inteligencia Empresarial tiene su
origen en una investigación dirigida por el presidente fundador (hasta diciembre de 2007) de la CUN, Álvaro
Sánchez Castro, donde se descubrió que el 80% de las empresas se quiebran a los
dos años de su creación.
En los tres años subsiguientes fracasa
el 80% de las 20 que quedaban con vida; es decir, que de cada 100 empresas,
tras cinco años de funcionamiento, sólo cuatro resultan exitosas.
Pero lo más dramático es que, dentro de
los fracasados hay cientos de administradores, economistas, contadores,
ingenieros industriales y mercadotecnistas.
A la primera reflexión que se llegó, es
que los conocimientos económicos, administrativos y contables no son
suficientes para crear empresa; es más, pueden ser antitéticos, riñen con el
espíritu empresarial porque limitan a la persona estrictamente a unos conceptos
de carácter teórico.
A la par, se descubrió que la gerencia
no es cuestión sólo de conocimiento administrativo sino cuestión de
personalidad. No está de más contar con ese tipo de conocimientos, pero no son
lo más importante para ser empresario o gerente.
Frente a tal circunstancia, Sánchez Castro se dio a la
tarea de investigar qué características poseen los empresarios exitosos y
comprendió que quienes tienen éxito en las empresas tienen una forma particular
de pensar el mundo, de percibirlo y de actuar en él, diferente a los demás mortales.
Así mismo, Sánchez
Castro, estudiando las inteligencias múltiples de Howard Gardnerd,
se da cuenta que ellas no explican la evolución de la civilización humana,
indaga, reflexiona y desarrolla los conceptos de, inteligencia Empresarial,
Inteligencia Predictiva, Inteligencia Técnica e Inteligencia Total entre otras.
“Estamos convencidos que estas inteligencias
están en todos los seres humanos, -manifiesta Sánchez-, el problema es que no
la desarrollan; por eso centramos la
investigación en la inteligencia empresarial y comenzamos a descubrir cosas
extraordinarias en cuanto a por qué algunas personas sin capital hacen grandes
fortunas.
Gran parte de los
millonarios del mundo, excepto quienes nacen en familias muy adineradas,
partieron de la nada, no tenían más que su inteligencia empresarial para
triunfar”.
APROXIMACIÓN A
LA INTELIGENCIA EMPRESARIAL
La inteligencia Empresarial es la
capacidad que tiene el hombre de transformar su entorno, de cambiar la
sociedad, de cambiarse a sí mismo y de producir cosas o acontecimientos nuevos,
como: un libro, un culto religioso, una fábrica, un partido político, un país,
etc.
El inteligente empresarial transforma
la realidad, rompe paradigmas, construye nuevas circunstancias, conjuga un
quehacer, organiza la idea que se vuelve acción. Todo gran proyecto humano requiere del
concurso de la inteligencia empresarial.
La mentalidad del
empresario responde a factores estructurales, intelectuales y conductuales
diferentes a los del común de la gente; él desarrolla habilidades, valores,
prácticas y actitudes específicas que lo llevan a ejecutar acciones exitosas.
En la Inteligencia
empresarial reside el conjunto de esas acciones, características y atributos de
las personas capaces de construir circunstancias, modificar el entorno y crear
una existencia plena, una empresa, una ciudad, una nación y hasta un mundo
nuevo.
Estamos
en la sociedad del conocimiento, ella nos incita a aprender a administrar la
información, a gerenciar el saber. El hombre no es por lo que sabe sino por lo
que hace con lo que sabe. La inteligencia empresarial gerencia y gestiona el
conocimiento.
Cuando
empecemos a obrar epistemotécnicamente, a reflexionar que lo que sabemos es
para producir cosas nuevas entonces empezaremos una nueva revolución
industrial, la revolución del conocimiento convertido en hecho, tecnofacto,
proceso, acción o proyecto humano.
"El
empresario es el moderno taumaturgo
que
produce el milagro de la creación.
Todas
las empresas, todos los procesos,
todos
los productos e innovaciones,
son
fruto de la acción creativa empresarial;
el
empresario: es un hacedor de imposibles"
-Álvaro E. Sánchez Castro-
HIPÓTESIS Y CONCEPTOS BÁSICOS
PARA EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA
EMPRESARIAL
CARACTERÍSTICAS
DE LA INTELIGENCIA EMPRESARIAL
Todos los seres humanos poseen capacidades suficientes para ser buenos
empresarios. La diferencia radica en que tales habilidades son desarrolladas en
mayor medida por unos individuos que por otros, y eso los convierte en
empresarios exitosos. Esa diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue
de otra es lo que se denomina personalidad. .
La personalidad del empresario está constituida por un conjunto
de cualidades naturales o adquiridas que lo destacan como sujeto inteligente y lo
diferencian de los demás. Tales
características son propias de las personas capaces de construir
circunstancias, modificar el entorno e inventar, producir o crear desde un
elemento cualquiera, un concepto, una
doctrina, una empresa, una comunidad, etc., hasta una nación o un mundo nuevos.
Dentro
del marco de la inteligencia empresarial sobresalen los siguientes atributos
individuales que conforman la personalidad del empresario, el equilibrio entre
cada uno de ellos amplía las probabilidades de éxito. Ellos son:
1. DESEAR SIN
TEMOR: El inteligente
empresarial sabe distinguir entre fantasía y deseo para reclamarle a la vida
todo aquello a lo que cree tener derecho. Es capaz de soñar un universo ancho y
largo lleno de posibilidades para sí mismo y luego conscientemente lo expresa y
transforma en objetivos. Utiliza la fuerza creadora del deseo para conducirse
por el mundo. Desea con absoluta convicción, abundantemente, las cosas más
asombrosas de la vida, se atreve a pensar que lo impensable es realizable y
está dispuesto a lograrlo. Adopta una posición deseosa y desinhibida frente a
las cosas. Es ambicioso en el momento de soñar, expande sus deseos más allá de
todo límite, lo que lo lleva a pensar en grande y a obtener portentosos logros.
Desear sin temor es un motor que impulsa, que motiva, un ímpetu propio de las
personas que logran realizar las cosas, transformar su destino e incluso,
cambiar la historia.
2.
ROMPEPARADIGMATISMO: El inteligente
empresarial no es presa fácil de la sugestionabilidad propia del entorno ni
permite ser minimizado ni manipulado por las condiciones externas que lo
rodean. Sabe liberarse de las falsas ilusiones establecidas en la mente por el
adoctrinamiento, lo comúnmente aceptado, lo prescrito y la costumbre. Rompe paradigmas reducidores de las posibilidades
humanas para construir circunstancias nuevas; en este sentido construye
universos nacientes, inventa, innova. No deja en manos de otros las riendas de
su propia vida ni en mente ajena la respuesta a sus más importantes
interrogantes.
Ser romperadigmático implica tener una
mentalidad abierta al cambio, a lo nuevo, permite percibir el mundo de una manera diferente, sin responder a
modelos preestablecidos de pensamiento ni a conductas subyugadas por actitudes, percepciones y creencias preestablecidas. Atiende a parámetros de comportamiento no convencionales que producen respuestas idénticas ante cualquier modificación
situacional, estableciendo una manera propia y original de obrar en el mundo.
5.
ACCIÓN:
El pensamiento y la acción deben
combinarse para obtener resultados. El inteligente empresarial actúa bajo el
precepto de hacer todo cuanto sea necesario para alcanzar sus objetivos; pues
es plenamente consciente de que una idea fructifica cuando se lleva a la
acción, sin dejarse manipular por nada ni por nadie. Cada acción causa la
reacción y efecto correspondiente, el poder de la acción es una llama que
siempre está encendida en el espíritu del emprendedor. La acción implica
disciplina y responsabilidad, entendidas como la adecuada utilización y
distribución del tiempo, cumplimiento de tareas y deberes, además de una devota
y constante entrega al logro de los objetivos proyectados.
6. SEGURIDAD EMPRESARIAL / FE PRAGMÁTICA.
Implica confianza en sí mismo y seguridad empresarial,
es decir, confianza en la idea de negocio que se tiene. No debe confundirse con
la fe religiosa; se trata de la fe pragmática del hombre que hace de sus sueños
realidades; es una poderosa herramienta para alcanzar metas en la vida. Todo se
reduce a una simple cuestión de fe en sí mismo y en la idea empresarial que le permite ver caminos de realización.
El inteligente empresarial confía en
sus capacidades reales, guarda certeza de lo que espera y confronta
la adversidad con la fuerza y la habilidad que emana de su interior. La fe le provee los medios para comportarse en virtud de lo que cree,
pues sabe que el imposible desaparece frente a la fe profunda que mueve al
hombre hacia la consecución de sus objetivos. La confianza en sí
mismo y su seguridad empresarial, le otorgan fortaleza para vencer obstáculos y resolver asuntos dificultosos. Le proporciona
coraje ante lo imprevisible, capacidad de riesgo y motivación para poder llevar a
buen término sus objetivos, creyendo en lo que hace y estando seguro del éxito
que va a alcanzar; seguridad que lo lleva a emprender su sueño o idea
creativamente. Además, Con su sensación de “yo-todo-lo-puedo”,
genera capacidad creadora.
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