INTELIGENCIA EMOCIONAL
La inteligencia emocional es
un conjunto específico de aptitudes que se hallan implícitas dentro de las
capacidades abarcadas por la inteligencia social. Las emociones aportan
importantes implicaciones en las relaciones sociales, sin dejar de contribuir a
otros aspectos de la vida. Cada individuo tiene la necesidad de establecer
prioridades, de mirar positivamente hacia el futuro y reparar los sentimientos
negativos antes de que nos hagan caer en la ansiedad y la depresión. En el ámbito
de la psicología admite la consideración de inteligencia porque es
cuantificable: constituye un aspecto mensurable de la capacidad individual para
llevar a cabo razonamiento abstracto y adaptación al entorno; la inteligencia
emocional se pone de manifiesto cuando operamos con información emocional.
La inteligencia emocional es, por
tanto, un conjunto de talentos o capacidades organizadas en cuatro dominios:
- Capacidad para percibir las emociones de forma precisa (es decir, capacidad de percepción).
- Capacidad de aplicar las emocioens para facilitar el pensamiento y el razonamiento..
- capacidad para comprender las propias emocioens y las de los demás (empatía).
- capacidad para controlar las propias emiociones.
Éstas habilidades como todas,
pueden ser aprendidas con el tiempo y la práctica.
Las últimas investigaciones han
aportado pruebas convincentes de la inseparabilidad esencial de la emoción y el
razonamiento: sin sentimientos, las decisiones que tomamos pueden no ser las
que más nos convienen, aunque hayan sido tomadas con aparente lógica. Cualquier
noción que establezcamos separando el pensamiento y los sentimientos no es
necesariamente más adaptativa y puede, en algunos casos, conducir a
consecuencias desastrosas.
El concepto de inteligencia
emocional tiene un precursor en el concepto de inteligencia social, del
psicólogo Edward Thorndike quien en 1920 la definió como "la habilidad
para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y
actuar sabiamente en las relaciones humanas".
La expresión "inteligencia
emocional" la introdujeron por primera vez en el campo de la psicología en
1990 los investigadores Petyer Salowey y John D. Mayer definiéndola como
"la capacidad de percibir los sentimientos propios y los de los demás,
distinguir entre ellos y servirse de esa información para guiar el pensamiento
y la conducta de uno mismo".
Este concepto sería presentado
mediáticamente por Daniel Goleman en 1995 con un libro de gran éxito. En su
libro La inteligencia emocional en la empresa (1998) se refiere a la
"inteligencia emocional" como "la capacidad de reconocer
nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las
emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones". Considera cinco
aptitudes emocionales, clasificadas a su vez en dos grandes grupos: Aptitud
Personal (Auto-conocimiento, Auto-regulación y Motivación) y Aptitud Social
(Empatía y Habilidades Sociales).
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La inteligencia emocional
La inteligencia emocional, según D.
Goleman "Es la capacidad para reconocer sentimientos en si mismo y en
otros, siendo hábil para manejarlos al trabajar con otros".
Principios de la inteligencia
emocional:
- Percepción: Cualquier cosa que incorporemos por cualquiera de nuestros sentidos.
- Retención: Corresponde a la memoria, que incluye la retentiva (o capacidad de almacenar información) y el recuerdo, la capacidad de acceder a esa información almacenada.
- Análisis: Función que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información.
- Emisión: Cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del pensamiento.
- Control: Función requerida a la totalidad de las funciones mentales y físicas.
Estos cinco principios se refuerzan
entre sí. Por ejemplo, es más fácil recibir datos si uno esta interesado y
motivado, y si el proceso de recepción es compatible con las funciones
cerebrales. Tras haber recibido la información de manera eficiente, es más
fácil retenerla y analizarla. A la inversa, una retención y un análisis
eficientes incrementarán nuestra capacidad de recibir información. De modo
similar, el análisis que abarca una disposición compleja de las tareas de
procuramiento de información, exige una capacidad para retener (recordar y
asociar) aquello que se ha recibido. Es obvio que la calidad de análisis se
verá afectada por nuestra capacidad para recibir y retener la información.
Estas tres funciones convergen en
la cuarta es decir la emisión o expresión ya sea mediante el mapa mental, el
discurso, el gesto u otros recursos, de aquella que se ha recibido, retenido y
analizado.
La quinta categoría, la del control, se refiere a la actividad general del cerebro por la cual éste se constituye en "desertor" de todas nuestras funciones mentales y físicas, incluyendo la salud general, actitud y las condiciones ambientales. Esta categoría es de particular importancia porque una mente y un cuerpo sanos son esenciales para que los otros cuatro funcionen – recibir, retener , analizar y emitir puedan operar en la plenitud de su potencial.
La inteligencia emocional en
el trabajo
El autor de Inteligencia Emocional
Daniel Goleman (1999), (citado por Fernando Sánchez 2000) determina que las
condiciones intelectuales no son la única garantía de éxito en el ámbito
profesional del trabajo, sino tan sólo un factor, que unido a las necesidades
emocionales cubiertas del personal como equipo, desarrollará el desempeño y los
resultados de todo líder y trabajador motivándolo emocionalmente a ser
productivo.
Una vez que una persona entra en
una Organización para que pueda dar lo mejor de si, hacer bien su trabajo, que
no sólo de su talento sino que además lo haga con entusiasmo y compromiso, se
necesita primero, que tenga sus útiles de trabajo y que sepa qué es lo que
tiene que hacer. Segundo, que sepa como hacerlo. Tercero, que sienta que lo que
esta haciendo tiene un valor significativo, que él esta contribuyendo y que se
le reconozca por ello afectivamente.
Hablaremos entonces de los 5
Poderes para el manejo de negocios en el 2000. "Dejemos de pensar en gente
y comencemos a pensar en talento. Nutramos sus mentes y almas", recomienda
Rosabeth Moss Kanter, quien en la Conferencia Internacional de la ASTD, se
convirtió en el centro de la atención al asegurar, en su conferencia, que para
poder enfrentar con éxito una sociedad cambiante se requieren de cinco poderes,
los cuales están asociados con nuestros dedos de la mano.
Los profesionales de la consultoría
y el adiestramiento, reunidos en la Conferencia Internacional de la ASTD, decir
qué es el año pasado importante evento mundial del aprendizaje y el desempeño,
celebrando el año pasado en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, compartieron un
sin fin de experiencias e ideas a lo largo de valiosas conferencias y talleres.
Creemos importante compartir con Uds. parte de esa discusión por su vigencia y
relevancia. La presencia de Rosabeth Moss Kanter, profesora de la Universidad
de Harvard, escritora de diversos bestsellers, nomanada como una de las 10
mujeres más influyentes de los Estados Unidos y listada por el Times de Londres
como una de las 50 mujeres más exitosas del mundo, destacó por ser una de las
más energizadoras conferencistas. Ella asegura que se requieren cinco poderes
para enfrentar exitosamente una cambiante sociedad y un exigente mercado de
compradores, donde desde adquirir víveres, pasando por servicios médicos,
financieros, domésticos, hasta llegar a la compra de información, el mercado
realmente se mueve hacia donde están las mejores opciones sin reparar en dónde
se encuentre el proveedor, dado el acortamiento de las distancias por la incorporación
de tecnologías de conexión, como Iridium e Internet.
Estos cinco poderes, que
personalmente he integrado en un concepto que llamo "La Mano del Poder
Humano", son: el poder de la voz, el poder de la imaginación, el poder de
la alianza, el poder del compromiso y el poder de la contribución. Los he
distribuido asociándolo con lo que representa cada uno de nuestros dedos. El
pulgar, que nos sirve para pedir una cola y a la vez comunicarnos, representa
el poder de la voz; el índice, dedo que levantamos para pedir la palabra e
indicar que deseamos compartir algo, representa el poder de la imaginación,
pues al levantar nuestro índice estamos listos para compartir nuestras ideas;
el dedo corazón, que esta más cerca de las demás personas cuando extendemos nuestra
mano para servirles, para retribuirles, es el que uso para hablar de poder de
la retribución; el anular representa, por ser el dedo donde se coloca el anillo
de matrimonio, el poder del compromiso; por último el meñique que unidos al de
otra persona para hacer la "liga", representa el poder de la
asociación.
El poder de la voz
Por muy buena que sea una idea, un
método, un concepto, una teoría, éste no tiene vida si no es articulado. Los
mejores pensamientos pueden morir por no ser compartidos. Moss Kanter afirma
que más que organizaciones de aprendizaje, lo que más necesitamos son
organizaciones de educación, donde la voz de quienes más saben o están
preparados se traduzca en el vehículo para facultar a cada vez más personas en
las competencias claves del negocio. En cuanto a este poder, se resalta la
habilidad para hablar varios idiomas y la de conversar activa y
productivamente.
El poder de la imaginación
Las empresas y las personas que
manejarán con éxito el siglo venidero serán las que en su actuar, generen
conductas cónsonas con la imaginación que, como seres humanos, somos capaces de
desarrollar y usar para creer en imposibles, visualizarlos, diseñarlos,
crearlos y ponerlos en práctica en nuestras realidades. Las personas que con su
imaginación vislumbren un presente y futuro diferente, más rápido, más
efectivo, más rentable y más placentero, serán las que estarán guiando las
acciones de liderazgo en el nuevo milenio.
El poder de la retribución
El último poder tiene que ver con
el emergente tópico de la inteligencia existencial o espiritual y su influencia
en el ámbito laboral. Moss Kanter comenta que cada vez, más empresas están
realizando acciones sociales de retribución a las comunidades con las cuales
interactúan. La razón es que el personal desarrolla un sentido de conexión con
la gente que eleva el espíritu y al motivación, aumentando la identificación
con la firma y la productividad global. Presentó como ejemplo los aportes de
IBM a la educación de varios países latinos y asiáticos, y de otra empresa de
su lista de clientes que creo el Día Global del Servicio, en el cual todas las
oficinas y empleados de esta empresa en el mundo realizaron una obra social
anónima y sin publicidad, solo buscando la satisfacción personal de cada uno de
ellos.
El poder del compromiso
En una posición claramente opuesta
a la de su colega del MIT, Lester Thurow, en lo relativo al compromiso de los
trabajadores, Rosabeth Moss Kanter afirmó que la lealtad aún existe y que son
una ventaja competitiva para las personas y empresas que la poseen. Lo que si
resaltó claramente fue que para contar con personas comprometidas se necesita
cumplir con ciertas condiciones que despierten el poder del talento humano: la
propiedad del trabajo, la identidad para con la empresa y sus proyectos, la
autonomía de acción, la libertad de compartir ideas y hacer cambios, además de
la posibilidad de permitirle al empleado el adueñarse del proceso.
El poder de la asociación
Cada vez más surgen en mayor
cantidad y rapidez las alianzas entre personas, entre empresas, entre personas
y empresas, entre países, entre entidades de diversos tipos. Lo hacen buscando
aprovechar y potenciar sus diferencias, aprovechar la creatividad de uno y el
capital de otro, el talento de uno y la acción de otro, los contactos de uno y
la fuerza de otro. Las alianzas, aún cuando no siempre exitosas nos permiten
salir adelante con efectividad en mercados y sociedades en crisis como las
actuales. El poder de la asociación es el poder de crear, desarrollar y
mantener alianzas que permitan obtener resultados de manera más efectiva y
productiva.
Hoy, consideramos que el
desarrollar y usar estos poderes pueden marcar una gran diferencia en nuestras
relaciones personales, familiares, laborales y vecinales, además de crear un
notable impacto en los indicadores claves de nuestros negocios en el nuevo
milenio.
Una vez que la Organización tiene
clara sus necesidades y se logra la compatibilidad con las necesidades de sus
empleados, tanto la Organización, como al gente se beneficia. Pero después hay
ciertos mecanismos que tiene toda Organización, que precisamente son
"destrezas de un gerente", porque en definitiva la gente es
gerenciada por otra gente. Entonces, el gerente tiene que tener ciertas
habilidades que le permitan influir en la conducta de otros. Y cuando digo
influir en la conducta de otros ¿qué quiero decir?. Que nosotros como persona
tenemos ciertas necesidades y preferencias, y que yo como gerente debo estar en
capacidad d entender aquello y de reconocer los esfuerzos y resultados de los
demás y de esta forma se sentirán más a gusto conmigo.
Yo puedo ser muy competente, pero
si no le doy importancia a la gente que trabaja a mi alrededor, no le reconozco
sus esfuerzos, ni si quiera le comunico que yo espero que hagan un buen trabajo,
y que le voy a ayudar en ese trabajo, yo lo que estoy generando en los demás
son expectativas negativas y éstos se van a sentir muy incómodos, sentirán que
no podrán hacerlo y cada vez que interactúen conmigo como supervisor se van a
sentir muy mal.
La inteligencia Emocional : La
inteligencia emocional, según Goleman "es la capacidad para reconocer
sentimientos en si mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar
con otros.
Principios de la Inteligencia
Emocional: 1.- Recepción : Cualquier cosa que incorporemos por cualquiera
de nuestros sentidos. 2.- Retención : Corresponde a la memoria, que
incluye la retentiva (o capacidad de almacenar información) y el recuerdo, la
capacidad de acceder a esa información almacenada. 3.- Análisis : Función
que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información.
4.- Emisión : Cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del
pensamiento. 5.- Control :
Función requerida a la totalidad de
las funciones mentales y físicas.
Las competencias emocionales
El mismo Goleman y demás autores
definen el éxito de gerentes líderes y trabajadores en personas de alto nivel
de desempeño, destrezas, habilidades técnicas y emocionales, bien desarrolladas
alcanzando capacidad de dar sentimientos que cada vez se hacen más competitivos
y necesarios en la familia, la gerencia y la sociedad.
Las competencias emocionales que
más se repitieron como decisivas en el éxito de los líderes y sus empresas,
fueron clasificados en cuatro categorías, contando con varias competencias cada
una para presentar así, las 20 Competencias Emocionales Claves, las cuales
mencionaremos y comentaremos a continuación:
- Auto-conciencia: La habilidad para reconocer y comprender los propios estados emocionales, sentimientos, rasgos, así como su efecto en las demás personas. Las competencias que se miden y desarrollan en esta categoría son: la auto-confianza, la capacidad para despertar estados emocionales alegres y llenos de buen humor.
- Auto-regulación: La habilidad para controlar y redireccionar impulsos y estados emocionales negativos, unido a la capacidad para suspender juicios y pensar antes de actuar. Las competencias que se miden y desarrollan en esta categoría son: Auto-control, confiabilidad, conciencia, adaptabilidad, orientación a resultados e iniciativa.
- Empatía: Las habilidades para sentir y palpar las necesidades de otros y de la propia organización , unida a la apertura para servir y cubrir las inquietudes de quienes le rodean. En esta categoría se miden y desarrollan: la empatía, la conciencia organizacional y la orientación al servicio.
- Socialización: Engloba el dominio de estrategias y formas de relacionarse afectiva y efectivamente con las demás personas, creando redes de relaciones, construyendo climas agradables, abiertos y efectivos en sus conversaciones. Las competencias en esta categoría son: desarrollo de persona, liderazgo, influencia, comunicación, gerencia del cambio, manejo de conflictos, construcción de redes y la cooperación en equipo.
Para la medición y desarrollo de
las 20 competencias claves y bajo la aprobación de Goleman fue creado un
instrumento. Información amplia y de alta calidad puede obtenerse a través del
siete Internet www.eisglobal.com. Al presentar dicho instrumento, en la
conferencia de prensa, una de mis preguntas versó sobre la real posibilidad de
desarrollar las competencias emocionales a través del adiestramiento.
La respuesta de Goleman nos alertó
sobre la alarmante proliferación de cursos cortos que afirman y garantizan la
posibilidad de ser inteligente emocionalmente con solo un taller de uno o dos
días.
El afirma que es casi imposible
lograrlo sin la presencia de un coach especializado en el seno de la empresa u
organización donde interactúan las personas que desean contar con las
mencionadas competencias Goleman sugiere y cree en los programas en los
programas largos (mínimo de 6 meses) en los cuales los participantes se ven
motivados y exigidos a autoobservarse en su interacción con otros, contemplan
la presencia de un coach o facilitador que actúa como espejo del comportamiento
y además con sesiones de aprendizaje y práctica de las competencias en la vida
real del participante. Todo esto basado en un detallado diagnóstico validado,
que permita determinar el perfil deseado, el perfil actual y las acciones para
reducir el gap entre estos dos perfiles.
A los que apenas estamos
aprendiendo a gerenciar nuestros estados anímicos y nuestras emociones,
confesando lo difícil que en algunos momentos se torna ser congruente con lo
que uno esta aprendiendo sobre esta valiosa inteligencia, nos resulta grato
invitar a aquellos lideres que desean alcanzar altos niveles de satisfacción y
efectividad en sus grupos de acción.
Les invitamos a practicar estas: 7 eses
para ser competitivo.
Las 7 "S" de la persona competitiva y feliz
- Saludable: Cuida su salud, se ejercita y alimenta adecuadamente para contar con la energía requerida en su trabajo intelectual, emocional y físico. Realiza un chequeo médico frecuente para prevenir y atender cualquier potencial afección. Está lleno de vitalidad y contagia energía.
- Sereno: Gerencia las respuestas emocionales que generan sus sentimientos y estados de ánimo, es firme cuando ha de serlo, pero emplea autocontrol, paciencia y tacto en su actuar. Evita que su amígdala cerebelosa produzca arranques de ira que afecten sus relaciones humanas. Disfruta de la tranquilidad y domina técnicas de autorelajación.
- Sincero: Actúa en sus conversaciones y acciones basado en la ética, honestidad y justicia. Es abierto para expresar sus puntos de vista, empleando su verdad asertiva y respetuosamente, con franqueza y firmeza pero con consideración.
- Sencillo: Se maneja en sus relaciones personales y profesionales con humildad y simplicidad, no deja de conocer su valor y sus logros, pero reconoce que puede aprender de todo ser humano y que sus éxitos se los debe a otras personas. Evita la pompa y los lujos excesivos, pues sabe darle el justo valor a lo material, dentro de un clima de abundancia y prosperidad.
- Simpático: Es cortés, amable, educado en su hablar, evita los vicios comunicacionales del cinismo, sarcasmo, burla, humillación, discriminación, generalización y juicios sin sustentación. Busca ser asertivo, pero considerado y respetuoso del clima de sus conversaciones, fluyendo con buen humor, alegría y disfrute en su interacción humana.
- Servicial: Emplea el poder de la retribución y del servicio para llegar dentro de las necesidades de otros, haciéndose cargo de las inquietudes de quienes le rodean en su familia, trabajo y vecindad. Sabe que a través del servicio logra una elevación espiritual que le beneficia en otros ámbitos de su vida, por lo que ve al servicio como algo honroso y valioso para su vida y la de los demás.
- Sinérgico: Coopera y crea climas de cooperación y ayuda mutua en sus equipos de trabajo, tanto en la familia, el gremio o la empresa. Se maneja a si mismo como una parte clave de un equipo y no como una pieza indispensable. Esto le hace tomar consciencia de la importancia de la coordinación, el apoyo, la humildad para aprender, la visión común, la creatividad y la libertad para generar impecabilidad en las acciones que toman los diferentes equipos humanos a los que pertenece.
La competitividad de una persona,
depende de su equilibrio intelectual – lingüístico, emocional y corporal, de
manera que el desarrollo de estas 7 eses pueden contribuir a elevar los niveles
de perfección en nuestros procesos diarios, ayudándonos a vivir la vida que
merecemos y deseamos. Esperamos nos sirva para inspirar la continuación o inicio
de caminos de mejoramiento y transformación. No importa cuan viejos y expertos
seamos, no importa cuan bien formados académicamente nos sintamos, siempre hay
un camino para mejorar, para reevaluar, para reiniciar, para redireccionar
nuestra misión de vida y nuestros valores dentro de nuestra familia, nuestra
profesión y nuestra sociedad.
Habilidades técnicas cognoscitivas y emocionales
Es notorio y evidente que dentro
del entorno, existe un alto grado de insatisfacción emocional originado por los
resultados de nuestro sistema, tal insatisfacción está presente en las
opiniones que expresan los diferentes sectores de la comunidad, a través de los
medios de comunicación y conversaciones cotidianas interpersonales.
La insatisfacción apunta tanto a la
calidad como a la cantidad, a las condiciones ambientales, conocimientos,
Procedimientos, capacidades y destrezas, técnicas como conjunto que se emplean
en el arte y ciencia, por medio de la educación, formación y entretenimiento.
Según los grandes filósofos Platón, Marco Fabio, Juan Amós y otros determinan
la Educación como:
El objeto de la educación es
proporcionar al cuerpo y al alma toda la perfección y belleza de que uno y otra
son susceptibles.
La educación tiene por fin el
perfeccionamiento y el bienestar de la humanidad.
La educación verdadera y natural
conduce a la perfección, la gracia y la plenitud, de las capacidades humanas.
Estos grandes cerebros no se
equivocaron cuando escribieron estas grandes verdades, porque para que la
sociedad trasmita la herencia cultural y emocional a la demás sociedad y los
contenidos de una buena educación cognoscitiva, en ideas, sentimientos,
tradiciones, costumbres, hábitos, técnicas, podríamos definir la educación como
la suma total de procesos por medio de los cuales una sociedad o grupo social
trasmite sus capacidades y poderes reorganizando y reconstruyendo las emociones
para adaptar el individuo a las tareas que desempeñara en el proceso
psicológico, potencial y social, este proceso consiste en abarcar la vida
entera del hombre en toda su extensión, la cual es cambiante al pasar por una
serie de etapas sucesivas, infancia, adolescencia, juventud, madurez y
senectud.
Es así como se forma el sistema
físico, psíquico y emocional dentro de lo social, político y cultural, por está
razón es importante mejorar nuestras habilidades, capacidades y disposición
para ejecutar con gracia, amor, paciencia y tolerancia las tareas, funciones,
toma de decisiones en el organismo, empresa o institución donde servimos como
entes receptores y transmisores de Valores Humanos Universales.
Estos valores significan cambios
cualitativos importantes dentro de cualquier sociedad, pueblo o nación, por eso
en el mundo debemos hacer que esta sociedad sea orientada hacia el cambio y la
transformación social para obtener como producto final el pleno desarrollo de
la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, critico y apto para
convivir y funcionar en una sociedad democrática, justa y libre basada en la
familia como célula fundamental y en la valorización del trabajo, capaz de
participar activa, consciente y solidariamente con los procesos de
transformación social, consustanciados en los valores de la identidad nacional
y con la comprensión, tolerancia, convivencia y actitudes que favorezcan el
fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y
solidaridad.
Bibliografía
Goleman, Daniel (1998), La
inteligencia emocional en la empresa Vergara, Argentina.
Goleman, Daniel (1995), Inteligencia
emocional. Kairos. Barcelona.
Goleman, Daniel (2006), Inteligencia
social. La nueva ciencia de las relaciones humanas. Kairos. Barcelona.
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